TRIBUNA: MARIO VARGAS LLOSA
"La experiencia de México lo confirma: no es posible derrotar militarmente al narcotráfico. Habrá cultivo y tráfico de drogas mientras haya consumo. La despenalización es el único remedio."
El Pais, MARIO VARGAS LLOSA 10/01/2010
6 comments:
El problema nace cuando la opinion publica pone su confianza en el accionar militar como medida principal para combatir el narcotrafico, cuando en realidad es mas un complemento. lo mismo pasa con la despenalizacion. si la ciudadania la toma como una medida aislada, como suele pasar con las soluciones a todos los problemas, esta termina fracasando estrepitosamente.
tine
De primero tengo que decir que es muy difícil responder a la pregunta si la despenalilzación es una medida positiva o negativa ya que los efectos no se pueden prever. Pero, espontáneamente, yo diría que la despenalización no es la medida que solucione el problema de que hay demasiado consumo de drogas en México. Las drogas son tan peligrosas que no sería positivo si cada uno pudiera comprarselas legalmente. Ya que la despenalización parece como una minimización del problema, creo que el consumo más bien aumentaría si no fuera prohibido vender y comprarlas.
Quizá el problema no es hacer frente al narcotráfico sino hacer frente a la corrupción. Si policías corruptos no advertieron a los cárteles delante de un registro, podrían cambatir el narcotráfico más efectivamente.
Hubo muchas decisiones de varios países de Latinoamérica de despenalizar el consumo de drogas en los últimos años. En Ecuador, Argentina y Uruguay, por ejemplo, se ha permitido el porte de sustancias para el uso propio, lo que no puede caer en responsabilidad penal. Mario Vargas Llosa, ganador del premio Nóbel de literatura 2010, se pronuncia también a favor de la despenalización porque, según él, es el único remedio para disminuir el consumo de drogas alto y para combatir el narcotráfico que genera gran violencia en los países latinoamericanos.
En primer lugar, la despenalización no debe suponer la legalización de las drogas, sino consiste en una estrategia que trata el consumo de drogas como una cuestión de salud pública, en la cual el dependiente es visto como persona que precisa ser auxiliada en vez de criminal que debe ser castigado. Por consiguiente, el objetivo inicial de la despenalización sería reglamentar la distribución de jeringas, agujas y pipas a los usuarios de drogas, con la finalidad de reducir el número de casos de enfermedades como SIDA, cuyo riesgo de contaminación es más alto cuando se comparten las jeringas.
En segundo lugar, yo también abogo por la despenalización si ésta es aplicada solamente al consumidor, es decir que se quita el status de ley criminal de actos como la demanda, la posición y el consumo. Por lo contrario, los traficantes, en particular los de drogas pesadas, deben ser tratados con penas severas. Asimismo, para mí, es comprensible el argumento de tratar al adicto no como un delincuente, sino como un enfermo y darle un tratamiento psicológico o médico. No es eficaz condenar al adicto sin entender su problema personal y social. Una pena no evita el consumo de drogas si el adicto no comprende que necesita una terapia.
En tercer lugar, quisiera señalar que sería más eficaz mejorar la información que llega a la población y la educación de los jóvenes sobre las consecuencias graves del consumo de las drogas que penas severas. Aunque las drogas dejen de ser ilegales, los jóvenes los que conocen los peligros del narcotráfico y del consumo de las drogas, no las consumirán.
En cuatro lugar, legalizar el consumo de drogas significaría también evitar los precios especulativos y la gran mafia de narcotraficantes. Por eso, si se acaba con el mercado ilegal de las drogas, reduciría la violencia en las países latinoamericanos.
En suma, hay que orientarse hacia una política menos represiva reconociendo que la complejidad del tema de las drogas exige respuestas innovadoras que movilicen el conjunto de recursos de la sociedad y una amplia gama de políticas públicas.
Creo que hay que diferenciar entre la despenalizacion y la legalizacion. Son 2 cosas diferentes. Mientras la despenalizacion puede ser útil, para que la policía no se concentre en perseguir los consumidores que llevan cantidades minimas de drogas, sino mas bien los comerciantes y productores. La Legalizacion sería otra cosa, en mis ojos mucho as problematica, ya que si se puede comprar y vender libremente, tambien el estado puede poner impuestos a las drogas.
Despues hay que distinguir entre el consumo de drogas "blandas", como la marihuana, y drogas fuertes, como el paco o la heroina.
tine
En verdad, tengo que decir que para mí es muy difícil hacer un comentario en cuanto a la despenalización. Pensé mucho sobre esas problemas que resultan del narcotráfico.
Me gustariá destacar que, por supuesto, las drogas forman parte de un red muy peligroso. Lo tengo claro que sería mejor si el mundo criminal de las drogas no existiría. Soñamos de un mundo “limpio” y sería grandíssimo si logramos evitar el narcotráfico. Sin embargo siempre existirá el narcotráfico y si legalizamos el consumo de drogas, ojalá que el estímulo de las drogas sea menos.
La despenalización o legalización puede también afectuar a las narcotraficantes porque el negocio bajará. Quizás tienen que ganarse la vida con otro negocio – un negocio legal y aceptada por la sociedad y el gobierno.
En resumen se prodría decir que no tengo una solución o una idea como tratar ese problema. Es claro que hay que hacer algo, también para ayudar a la gente que sufre debido a las drogas.
La pregunta es si despenalización del narcotráfico cambiaría mucho. Aunque no es legalizado traficar con drogas, hay suficiente posibilidades de hacerlo ilegalmente. Pienso que el daño que causa el narcotráfico y el abuso y el consumo de las drogas en general no se puede eliminar con una despenalización. Ya mueren innumerables personas porque abusan las drogas. Una legalización, de mi parecer, causaría exactamente el contrario de lo que a lo mejor se expectará. Las drogas serán legal, cada persona podría traficar, y consecuentemente, usarles sin penlización. La dimensión de los disventajas es imaginable. Por eso, estimo que ni una legalización ni una prohibición cambiarán la situación actual.
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