Era un Julio muy caliente en este ano. Ella era una chica francesa, de Paris, quien estaba en España para hacer vacaciones con su novio. Ya habían estado juntos por dos años y mucha gente decía que era un amor para siempre. Era su primer novio y ella no estaba tan segura sobre eso. Un día, cuando el sol estaba especialmente fuerte, los dos se quedaron en la playa. Él estaba jugando vóleibol con unos chicos y ella estaba leyendo. Tenía que reír algunas veces cuando los chicos tiraban el balón en su dirección. No le molestaba para nada. Pero de un momento a otro sintió el dolor en su piel. Estaba totalmente roja, porque había olvidado la protección para el sol. Su piel le picaba tanto que no pudo quedarse a fuera por más tiempo. Le dijo a su novio y corrió a la sala del hotel – rápido – para irse al cuarto pronto, donde pudo ducharse con agua fría. Entró al ascensor para subir y su piel quemada no dejaba de picar. Afortunadamente estaba vacía y nadie podía ver como la chica ponía todo su cuerpo control s muros fríos del ascensor. ¡Qué bueno se sintió eso! Pero esta suerte no duró mucho. De un momento a otro el ascensor paró y entró un chico en ropa formal del hotel. Con esta escena no pudo hacer nada más que reírse. Ella se asustó tanto que se cayó. El chico se reyó aún más fuerte y ella empezó también. Así se quedaron – ambos riendo hasta que sus caras estaban llenas de lágrimas de diversión. Duró unos cinco minutos hasta que él pudo respirar más o menos tranquilo. “¿Te ayudo?” preguntó a la chica y le dio su mano. Cuando se levantó él se dio cuenta que toda su piel estaba quemada. “Tengo una loción para eso” el chico propuso indicando la quemadura. Por eso se fueron juntos a los cuartos de los empleados, donde ella puso la loción en sus brazos y piernas. Hablaban todo ese tiempo, sobre sus vidas, sobre sus familias y sobre sus deseos para el futuro. Parecía que tenían algo en común – algo especial. No dejaban de hablar, hasta que el celular de la chica sonó- El novio estaba buscándola. Los dos cambiaron una última mirada y ella regresó a su cuarto. Durante el resto de las vacaciones se veían muchas veces, pero nunca tenían la posibilidad de hablar. El último día, en el que ella estuvo con su novio en el bar del hotel para disfrutar los cocteles una última vez, el chico era su camarero. La miró muchas veces y cuando el novio estaba en el baño, le dio un pequeño papel. Ella le puso en su bolsa sin ver y le dio una sonrisa.
Medio año después ya no estaba junto con su novio. Algo en estas vacaciones la cambió y no era tan fácil la situación entre ellos después. No había una gran diferencia, solamente el amor ya no era tan fuerte como antes. Nunca tuvo que pensar en este chico del hotel, pero tampoco lo olvidó totalmente. Un día estaba ordenando su armario, cuando encontró la bolsa que tenía en esas vacaciones. Ya casi quería tirarla a la basura, cuando encontró el papel. Estaban escritas solamente pocas palabras y el número del chico: “Si quieres hablar, llámame”. Sin pensar ella tuvo su celular marcando el número inmediatamente. Respondió una mujer. Y le dijo que Pablo ya no vivía allá. Hacia unos meses se había ido a Paris para trabajar en un hotel muy famoso – un hotel que estaba situado a algunos minutos del departamento de la chica. En los días siguientes ella siempre iba al bar del hotel para tomar algo después del trabajo, pero no veía al chico. Empezó a dudar, si ese de verdad era el hotel donde trabajaba. Pero después de unos 10 días escuchó una voz conocida, que le preguntó qué quería tomar. “Sólo quiero hablar un poco” fue la respuesta y el chico le dio una sonrisa grande. Se veían muchas veces y tenían muchas citas – y siempre era como en esas vacaciones. Se entendían de una manera especial – algo que resultó primero en una amistad y después en un amor.
Deja tu respuesta. I’d love to hear what you think about this. Let me know in the comments by choosing any option with name "Nombre". Comments will get published after moderation.
1 comments:
Cuento del amor
Era un Julio muy caliente en este ano. Ella era una chica francesa, de Paris, quien estaba en España para hacer vacaciones con su novio. Ya habían estado juntos por dos años y mucha gente decía que era un amor para siempre. Era su primer novio y ella no estaba tan segura sobre eso.
Un día, cuando el sol estaba especialmente fuerte, los dos se quedaron en la playa. Él estaba jugando vóleibol con unos chicos y ella estaba leyendo. Tenía que reír algunas veces cuando los chicos tiraban el balón en su dirección. No le molestaba para nada.
Pero de un momento a otro sintió el dolor en su piel. Estaba totalmente roja, porque había olvidado la protección para el sol. Su piel le picaba tanto que no pudo quedarse a fuera por más tiempo. Le dijo a su novio y corrió a la sala del hotel – rápido – para irse al cuarto pronto, donde pudo ducharse con agua fría.
Entró al ascensor para subir y su piel quemada no dejaba de picar. Afortunadamente estaba vacía y nadie podía ver como la chica ponía todo su cuerpo control s muros fríos del ascensor. ¡Qué bueno se sintió eso! Pero esta suerte no duró mucho. De un momento a otro el ascensor paró y entró un chico en ropa formal del hotel. Con esta escena no pudo hacer nada más que reírse. Ella se asustó tanto que se cayó. El chico se reyó aún más fuerte y ella empezó también. Así se quedaron – ambos riendo hasta que sus caras estaban llenas de lágrimas de diversión.
Duró unos cinco minutos hasta que él pudo respirar más o menos tranquilo. “¿Te ayudo?” preguntó a la chica y le dio su mano. Cuando se levantó él se dio cuenta que toda su piel estaba quemada. “Tengo una loción para eso” el chico propuso indicando la quemadura. Por eso se fueron juntos a los cuartos de los empleados, donde ella puso la loción en sus brazos y piernas. Hablaban todo ese tiempo, sobre sus vidas, sobre sus familias y sobre sus deseos para el futuro. Parecía que tenían algo en común – algo especial.
No dejaban de hablar, hasta que el celular de la chica sonó- El novio estaba buscándola. Los dos cambiaron una última mirada y ella regresó a su cuarto.
Durante el resto de las vacaciones se veían muchas veces, pero nunca tenían la posibilidad de hablar.
El último día, en el que ella estuvo con su novio en el bar del hotel para disfrutar los cocteles una última vez, el chico era su camarero. La miró muchas veces y cuando el novio estaba en el baño, le dio un pequeño papel. Ella le puso en su bolsa sin ver y le dio una sonrisa.
Medio año después ya no estaba junto con su novio. Algo en estas vacaciones la cambió y no era tan fácil la situación entre ellos después. No había una gran diferencia, solamente el amor ya no era tan fuerte como antes. Nunca tuvo que pensar en este chico del hotel, pero tampoco lo olvidó totalmente.
Un día estaba ordenando su armario, cuando encontró la bolsa que tenía en esas vacaciones. Ya casi quería tirarla a la basura, cuando encontró el papel. Estaban escritas solamente pocas palabras y el número del chico: “Si quieres hablar, llámame”. Sin pensar ella tuvo su celular marcando el número inmediatamente. Respondió una mujer. Y le dijo que Pablo ya no vivía allá. Hacia unos meses se había ido a Paris para trabajar en un hotel muy famoso – un hotel que estaba situado a algunos minutos del departamento de la chica.
En los días siguientes ella siempre iba al bar del hotel para tomar algo después del trabajo, pero no veía al chico. Empezó a dudar, si ese de verdad era el hotel donde trabajaba. Pero después de unos 10 días escuchó una voz conocida, que le preguntó qué quería tomar. “Sólo quiero hablar un poco” fue la respuesta y el chico le dio una sonrisa grande.
Se veían muchas veces y tenían muchas citas – y siempre era como en esas vacaciones. Se entendían de una manera especial – algo que resultó primero en una amistad y después en un amor.
Publicar un comentario
Deja tu respuesta. I’d love to hear what you think about this. Let me know in the comments by choosing any option with name "Nombre". Comments will get published after moderation.